Por Dr. Juan Pablo Aguilar
¿Qué hace que algunas empresas, al enfrentar una crisis u otra adversidad vayan a la bancarrota, mientras que otras las superan e incluso salen fortalecidas de ellas?
Cada empresa es un mundo (incluso en ocasiones puede decirse lo mismo de las distintas sucursales de un negocio) sin embargo, en ocasiones podemos encontrar características comunes a algunas organizaciones (tal vez te interese: Bestiario Empresarial: Las Empresas Zombie y Otras Variedades, donde señalé algunas de esas similitudes). En este caso hablaré sobre un grupo especial de empresas, las cuales, a pesar de la desafiante situación actual, han sabido mantenerse y ─en algunos casos ─prosperar pese a la adversidad. A estas empresas, por su similitud con la leyenda del ave del mismo nombre, las he llamado Empresas Fénix.
¿Qué hace que algunas empresas, al enfrentar una crisis u otra adversidad vayan a la bancarrota, mientras que otras las superan e incluso salen fortalecidas de ellas?
Cada empresa es un mundo (incluso en ocasiones puede decirse lo mismo de las distintas sucursales de un negocio) sin embargo, en ocasiones podemos encontrar características comunes a algunas organizaciones (tal vez te interese: Bestiario Empresarial: Las Empresas Zombie y Otras Variedades, donde señalé algunas de esas similitudes). En este caso hablaré sobre un grupo especial de empresas, las cuales, a pesar de la desafiante situación actual, han sabido mantenerse y ─en algunos casos ─prosperar pese a la adversidad. A estas empresas, por su similitud con la leyenda del ave del mismo nombre, las he llamado Empresas Fénix.
¿Qué es una empresa Fénix?
Una Empresa Fénix es aquella que, independientemente de su tamaño, giro o situación, logra sobreponerse a situaciones de reto o adversidad, logrando una mayor fortaleza y nuevos aprendizajes, volviéndose más inteligente y adaptable que antes. En pocas palabras es una empresa resiliente, tanto en sus procesos como en su forma de liderarla.
Una Empresa Fénix es aquella que, independientemente de su tamaño, giro o situación, logra sobreponerse a situaciones de reto o adversidad, logrando una mayor fortaleza y nuevos aprendizajes, volviéndose más inteligente y adaptable que antes. En pocas palabras es una empresa resiliente, tanto en sus procesos como en su forma de liderarla.
¿Cómo convertir mi empresa en una Empresa Fénix?
Como mencionaba al inicio, cada empresa es un mundo, por lo que más que un método a seguir, te presento estas 10 características de las Empresas Fénix como un punto de partida para desarrollar la forma de pensar y actuar de los líderes y para introducirlos en la cultura organizacional de la empresa. Este decálogo puede servir también como un check list para contrastar el estatus actual en que se encuentra la empresa y sus líderes con los de la Empresa Fénix en que se quiere transformar, para así comenzar a diseñar un plan de trabajo. |
Una Empresa Fénix:
- Vive en el aquí y ahora, no deja que el pasado le agobie sino que aprende de él y ve el futuro como un plazo para lograr sus metas.
- El lema “no te ahogas por caer al agua, si no por quedarte allí” es parte de su filosofía, pues acepta que el cambio es parte de la vida de toda empresa.
- Es optimista pero realista respecto a la situación por la que está pasando. Es consciente de que “para cambiar la realidad, primero hay que conocerla y aceptarla”.
- Favorece los pensamientos y conversaciones constructivas: en lugar de considerar las situaciones difíciles como algo insuperable, se enfoca en la necesidad que hay que satisfacer, no se “engancha” en el problema, en “cómo les hubiera gustado que fuera” o “en lo que pasó”.
- Cuida su comunicación, procura elegir palabras constructivas tanto al hablar como en la comunicación escrita. Tal vez te interese leer “Mejora tus palabras, mejora tu vida”.
- Da prioridad a generar e implementar soluciones, en lugar de buscar las causas, los responsables o los efectos de lo que pasó.
- Es fan de sí misma, confía en las capacidades de sus colaboradores y sus recursos; sus líderes favorecen ambientes amigables, relajados y creativos en lugar de querer controlar hasta los aspectos más irrelevantes.
- Se hace las preguntas correctas: en lugar de ¿qué le vamos a decir al cliente? o ¿cómo nos va a afectar?, se hacen preguntas que le ayudan a armar un plan, por ejemplo: ¿cómo lo vamos a superar?, ¿qué necesitamos?, ¿dónde lo conseguimos?, ¿por dónde comenzamos?, etc.
- Fija metas logrables y que le acercan a lo que quiere y necesita lograr pues sabe que eso le permite avanzar con energía, sabe que “cuando tiene un qué que vale la pena, encuentra el cómo lograrlo”.
- Se da cuenta de lo que ha aprendido y lo aplica apoyándose de preguntas tales como ¿qué sucedió?, ¿qué necesitamos?, ¿qué hicimos para conseguirlo?, ¿qué haremos si sucede algo parecido?...
Una vez revisados los 10 puntos anteriores e identificado el estatus de la empresa en relación con cada uno (logrado, en proceso, necesita hacerse, hay que reforzarlo, etc.), el siguiente paso es elaborar un plan de trabajo (para esto recomiendo aplicar la matriz del cambio planeado) y que cada nivel jerárquico de la organización se apegue a su rol durante esta transición y después de ella: |
A la alta dirección le corresponde establecer, compartir y contagiar a los líderes esta nueva forma de concebir la empresa, para después respaldarlos respecto a la nueva forma de pensar y de actuar.
A los líderes corresponderá predicar con el ejemplo y ayudar a los puestos operativos a generar el cambio de paradigmas.
Los puestos operativos son quienes impregnarán del “espíritu Fénix” su forma de trabajar, permitiendo hacer realidad esta nueva concepción de la organización en el día a día, trasmitiéndola mutuamente entre compañeros, logrando así generar una verdadera Empresa Fénix.
Por último, pero no menos importante, tengamos en cuenta que convertirse en Empresa Fénix es un proceso, no un evento, por lo que implica más que un aviso oficial, un memorándum, mantas o playeras; requerirá que todos los involucrados salgan de su zona de confort.
A los líderes corresponderá predicar con el ejemplo y ayudar a los puestos operativos a generar el cambio de paradigmas.
Los puestos operativos son quienes impregnarán del “espíritu Fénix” su forma de trabajar, permitiendo hacer realidad esta nueva concepción de la organización en el día a día, trasmitiéndola mutuamente entre compañeros, logrando así generar una verdadera Empresa Fénix.
Por último, pero no menos importante, tengamos en cuenta que convertirse en Empresa Fénix es un proceso, no un evento, por lo que implica más que un aviso oficial, un memorándum, mantas o playeras; requerirá que todos los involucrados salgan de su zona de confort.
Algunos beneficios de ser una Empresa Fénix
Al volverse una Empresa Fénix, tu negocio tendrá una nueva y mejor actitud ante los desafíos del entorno, con la cual pasará de quejarse, acostumbrarse o desgastarse por los problemas a superarlos con creces, mientras que:
Al volverse una Empresa Fénix, tu negocio tendrá una nueva y mejor actitud ante los desafíos del entorno, con la cual pasará de quejarse, acostumbrarse o desgastarse por los problemas a superarlos con creces, mientras que:
- aprenderá de los errores
- triunfará donde otros fracasan
- verá oportunidades donde otros solo ven riesgos
- buscará mantenerse actualizada y,
- se mejorará a sí misma
Si te interesa conocer más sobre otras técnicas para la Reingeniería Actitudinal, te invito a conocer mi libro Reingeniería Actitudinal: La Ciencia y El Arte de Potenciar la Actitud |