Por Dr. Juan Pablo Aguilar
Parte del proceso de la Reingeniería Actitudinal es salir de la zona de confort para avanzar a lo que he llamado LA ZONA DE CONFORT 2.0, este proceso suele despertar dudas e inquietudes, razón por la cual preparé este artículo, ya que, tener información de calidad, también ayuda a mejorar nuestras actitudes.
¿Qué es la zona de confort?
Se puede definir de muchas formas, pero en pocas palabras digamos que son “las circunstancias a las que estás acostumbrado o en las que resuelves fácilmente las situaciones que se te presentan (sean agradables o no) porque las conoces bien”
Llevar años soportando un trabajo aburrido y mal pagado es estar en la zona de confort; ir al restaurante de siempre y pedir lo mismo o seguir tomando el transporte que pasa tarde y maneja pésimo, también es estar en la zona de confort; sin embargo, hay para quienes estar en su zona de confort significa ver oportunidades dentro de las crisis y aprender de los errores.
Estar en la zona de confort ¿es bueno o malo?
No es ni bueno ni malo, más bien depende de sus resultados en nuestra vida y/o de quienes nos rodean:
La sensación de tranquilidad y familiaridad que la zona de confort te puede dar está bien, pero si esa esa sensación te está limitando, o si te estás acostumbrando a vivir con los problemas, en lugar de resolverlos, es momento de salir de ella.
¿Cómo salir de la zona de confort?
Lo primero es conocer el camino a seguir, el cual, según la Dra. Michelle Selinger consta de 3 partes: zona de aprendizaje, zona de pánico y zona mágica.
Parte del proceso de la Reingeniería Actitudinal es salir de la zona de confort para avanzar a lo que he llamado LA ZONA DE CONFORT 2.0, este proceso suele despertar dudas e inquietudes, razón por la cual preparé este artículo, ya que, tener información de calidad, también ayuda a mejorar nuestras actitudes.
¿Qué es la zona de confort?
Se puede definir de muchas formas, pero en pocas palabras digamos que son “las circunstancias a las que estás acostumbrado o en las que resuelves fácilmente las situaciones que se te presentan (sean agradables o no) porque las conoces bien”
Llevar años soportando un trabajo aburrido y mal pagado es estar en la zona de confort; ir al restaurante de siempre y pedir lo mismo o seguir tomando el transporte que pasa tarde y maneja pésimo, también es estar en la zona de confort; sin embargo, hay para quienes estar en su zona de confort significa ver oportunidades dentro de las crisis y aprender de los errores.
Estar en la zona de confort ¿es bueno o malo?
No es ni bueno ni malo, más bien depende de sus resultados en nuestra vida y/o de quienes nos rodean:
La sensación de tranquilidad y familiaridad que la zona de confort te puede dar está bien, pero si esa esa sensación te está limitando, o si te estás acostumbrando a vivir con los problemas, en lugar de resolverlos, es momento de salir de ella.
¿Cómo salir de la zona de confort?
Lo primero es conocer el camino a seguir, el cual, según la Dra. Michelle Selinger consta de 3 partes: zona de aprendizaje, zona de pánico y zona mágica.
Al poner en práctica lo que aprendimos en la zona de aprendizaje, entramos a la zona de pánico, que es la etapa en la que solemos tener pensamientos como ¿y si me sale mal?, ¿y si hago el ridículo? Este es un momento clave, donde algunos se asustan y regresan a su zona de confort para ya no salir más, dejando atrás los aprendizajes y los sueños que los impulsaron en primer lugar; mientras que otros cambian sus preguntas: en lugar de ¿y si sale mal? se preguntan “¿y si sale bien?”, “¿qué voy a hacer para que salga bien?” y se dan cuenta que si continúan avanzando, sin dejar que el miedo o la indecisión los detengan, pronto pueden dejar atrás la zona de pánico.
A un brinco de la zona de pánico está la zona mágica, la zona donde te das cuenta que lograste hacer más de lo que te imaginabas, donde encuentras nuevos aliados y posibilidades y sientes esa indescriptible satisfacción de haberlo logrado.
¿Al llegar a la zona mágica habré dejado atrás mi zona de confort?
Para nada, ahora viene lo bueno, es cuando entras a LA ZONA DE CONFORT 2.0, donde tendrás toda la comodidad que tenías en tu zona de confort inicial, pero ahora con más aprendizajes y habilidades, y verás las situaciones con una nueva y mejor actitud.
Si te gusta la idea y quieres avanzar a tu ZONA DE CONFORT 2.0, me permito compartirte algunos consejos para el camino:
A un brinco de la zona de pánico está la zona mágica, la zona donde te das cuenta que lograste hacer más de lo que te imaginabas, donde encuentras nuevos aliados y posibilidades y sientes esa indescriptible satisfacción de haberlo logrado.
¿Al llegar a la zona mágica habré dejado atrás mi zona de confort?
Para nada, ahora viene lo bueno, es cuando entras a LA ZONA DE CONFORT 2.0, donde tendrás toda la comodidad que tenías en tu zona de confort inicial, pero ahora con más aprendizajes y habilidades, y verás las situaciones con una nueva y mejor actitud.
Si te gusta la idea y quieres avanzar a tu ZONA DE CONFORT 2.0, me permito compartirte algunos consejos para el camino:
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Tenemos zonas de confort en todos los aspectos de nuestra vida, evalúa si te dan esa sensación de tranquilidad y familiaridad o te están limitando; de ser así recuerda que “no solo se trata de salir de tu zona de confort actual, sino de llegar a tu ZONA DE CONFORT 2.0”.
Si te interesa conocer más sobre otras técnicas para la Reingeniería Actitudinal, o ir hacia tu zona de confort 2.0 mediante un proyecto de vida, te invito a conocer mis libros. |