Por Dr. Juan Pablo Aguilar
¿Qué hace que algunas empresas, al enfrentar una crisis u otra adversidad vayan a la bancarrota, mientras que otras las superan e incluso salen fortalecidas de ellas?
Si bien, “cada empresa es un mundo”, con sus respectivas peculiaridades, también es cierto que podemos encontrar características comunes en algunas de ellas (tal vez te interese leer: Bestiario Empresarial: Las Empresas Zombie y Otras Variedades). En este articulo escribo sobre un grupo especial de organizaciones, las cuales, a pesar de la desafiante situación actual, han sabido mantenerse y ─en algunos casos─ prosperar pese a la adversidad. A estas empresas las he llamado Empresas Fénix por su semejanza con la leyenda del ave del mismo nombre; puede que tu empresa sea una y no te hayas dado cuenta, o bien, que esté en camino de convertirse en una de ellas.
¿Qué hace que algunas empresas, al enfrentar una crisis u otra adversidad vayan a la bancarrota, mientras que otras las superan e incluso salen fortalecidas de ellas?
Si bien, “cada empresa es un mundo”, con sus respectivas peculiaridades, también es cierto que podemos encontrar características comunes en algunas de ellas (tal vez te interese leer: Bestiario Empresarial: Las Empresas Zombie y Otras Variedades). En este articulo escribo sobre un grupo especial de organizaciones, las cuales, a pesar de la desafiante situación actual, han sabido mantenerse y ─en algunos casos─ prosperar pese a la adversidad. A estas empresas las he llamado Empresas Fénix por su semejanza con la leyenda del ave del mismo nombre; puede que tu empresa sea una y no te hayas dado cuenta, o bien, que esté en camino de convertirse en una de ellas.
¿Qué es una empresa Fénix?
Una Empresa Fénix es aquella que, independientemente de su tamaño, giro o situación, logra sobreponerse a situaciones de reto o adversidad, logrando una mayor fortaleza y nuevos aprendizajes, volviéndose más inteligente y adaptable que antes. En pocas palabras es una empresa resiliente, tanto en sus procesos como en su forma de liderarla.
Una Empresa Fénix es aquella que, independientemente de su tamaño, giro o situación, logra sobreponerse a situaciones de reto o adversidad, logrando una mayor fortaleza y nuevos aprendizajes, volviéndose más inteligente y adaptable que antes. En pocas palabras es una empresa resiliente, tanto en sus procesos como en su forma de liderarla.
Algunos beneficios de ser una Empresa Fénix
Al volverse una Empresa Fénix, tu negocio tendrá una nueva y mejor actitud ante los desafíos del entorno, con la cual pasarán de quejarse, acostumbrarse o desgastarse por los problemas a superarlos con creces; adicionalmente crearán una cultura que les facilitará:
Al volverse una Empresa Fénix, tu negocio tendrá una nueva y mejor actitud ante los desafíos del entorno, con la cual pasarán de quejarse, acostumbrarse o desgastarse por los problemas a superarlos con creces; adicionalmente crearán una cultura que les facilitará:
- aprender de los errores
- triunfar donde otros fracasan
- ver oportunidades donde otros solo ven riesgos
- buscar la forma de mantenerse actualizada y,
- consolidar exitosamente la mejora continua
¿Cómo convertir mi negocio en una Empresa Fénix?
Como mencionaba al inicio, cada empresa es un mundo, por lo que más que un método a seguir, te presento estas 10 características de las Empresas Fénix como un punto de partida para desarrollar la forma de pensar y actuar de los líderes y para introducirlos en la cultura organizacional de este tipo de empresas. Este decálogo te puede servir también como un check list para contrastar el estatus actual en que se encuentran tu empresa y sus líderes, para así comenzar a diseñar un plan de trabajo. |
Una Empresa Fénix:
- Vive en el aquí y ahora, no deja que el pasado le agobie, sino que aprende de él y ve el futuro como un plazo para lograr sus metas.
- Trabaja de acuerdo con el lema “no te ahogas por caer al agua, sino por quedarte allí”, pues acepta que el cambio es parte de la vida de toda empresa.
- Es optimista pero realista respecto a la situación por la que está pasando. Es consciente de que “para cambiar la realidad, primero hay que conocerla y aceptarla”.
- Favorece los pensamientos y conversaciones constructivas: en lugar de considerar las situaciones difíciles como algo insuperable, se enfoca en la necesidad que hay que satisfacer, no se “engancha” en el problema, en “cómo les hubiera gustado que fuera” o en "lo que pasó”.
- Cuida su comunicación, procura elegir palabras constructivas tanto al hablar como al escribir (Tal vez te interese leer “Mejora tus palabras, mejora tu vida”).
- Da prioridad a generar e implementar soluciones, en lugar de buscar las causas, los responsables o los efectos de lo que pasó.
- Es fan de sí misma, confía en las capacidades de sus colaboradores y sus recursos; sus líderes favorecen ambientes amigables, relajados y creativos en lugar de querer controlar hasta los aspectos más irrelevantes.
- Se hace las preguntas correctas: en lugar de ¿qué le vamos a decir al cliente? o ¿cómo nos va a afectar?, se hacen preguntas que le ayudan a armar un plan, por ejemplo: ¿cómo lo vamos a superar?, ¿qué necesitamos?, ¿dónde lo conseguimos?, ¿por dónde comenzamos?, etc.
- Fija metas logrables y que le acercan a lo que quiere y necesita lograr pues sabe que eso le permite avanzar con energía y que “cuando tiene un qué que vale la pena, encuentra el cómo lograrlo”.
- Se da cuenta de lo que ha aprendido y continúa aplicándolo, apoyándose en preguntas tales como ¿qué sucedió?, ¿qué necesitábamos?, ¿qué hicimos para conseguirlo?, ¿qué haremos si sucede algo parecido?
Una vez revisadas las 10 características anteriores, te recomiendo identificar el estatus de tu empresa en relación con cada uno; un ejemplo de evaluación puede ser: Logrado/ en proceso/ hay que retomarlo/ necesita hacerse/ hay que aprenderlo/ necesitamos reforzarlo… El siguiente paso es elaborar un plan de trabajo (para esto recomiendo aplicar la matriz del cambio planeado) y que todos los niveles jerárquicos de la organización se apeguen a su rol, tanto durante esta transición como después de ella: |
- A la alta dirección le corresponde establecer, compartir y contagiar a los líderes esta nueva forma de concebir la empresa, para después respaldarlos respecto a la nueva forma de pensar y de actuar.
- A los líderes corresponderá predicar con el ejemplo y ayudar a los puestos operativos a generar el cambio de paradigmas.
- Los puestos operativos son quienes impregnarán del “espíritu Fénix” su forma de trabajar, permitiendo hacer realidad en el día a día esta nueva concepción de la organización, trasmitiéndola mutuamente entre compañeros y logrando así generar una verdadera Empresa Fénix.
Por último, pero no menos importante, tengamos en cuenta que convertirse en Empresa Fénix es un proceso, no un evento, por lo que implica más que un aviso oficial, un memorándum o imprimir mantas o playeras; requerirá que todos los involucrados salgan de su zona de confort mientras lo logran. Si bien este proceso implicará ajustes, paciencia y ─en ocasiones─ ayuda profesional, puedes tener la seguridad que al final habrá valido la pena.
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