Por: Mónica Pérez Contreras, MBA
¿Quién no quiere que sus colaboradores, más que presentarse, hacer como que trabajan y cobrar, se muestren comprometidos con su empresa, que sientan un vínculo emocional con ella, que participen y se entusiasmen con su trabajo?
Todo esto y más se puede lograr cuando propiciamos el engagement laboral, el cual tiene que ver con la dedicación que los colaboradores voluntariamente emplean para alcanzar los objetivos de la empresa, que se traduce, entre otras ventajas, en
Todo esto y más se puede lograr cuando propiciamos el engagement laboral, el cual tiene que ver con la dedicación que los colaboradores voluntariamente emplean para alcanzar los objetivos de la empresa, que se traduce, entre otras ventajas, en
- Mayor productividad
- Menor ausentismo
- Más ventas
- Clientes más fieles
Pero ¿Qué es el Engagement?
Aunque el engagement no tiene una traducción literal al español, se refiere a la implicación o compromiso laboral (también se le llama ilusión por el trabajo o “ponerse la camiseta”).
Al desarrollar engagement, los colaboradores experimentan alegría, bienestar, satisfacción y seguridad en el lugar de trabajo, se sienten apoyados y capaces de hacer frente a las dificultades.
Se considera lo opuesto al estrés laboral o el burnout.
Al desarrollar engagement, los colaboradores experimentan alegría, bienestar, satisfacción y seguridad en el lugar de trabajo, se sienten apoyados y capaces de hacer frente a las dificultades.
Se considera lo opuesto al estrés laboral o el burnout.
¿Cómo Podemos Darnos Cuenta del Nivel de Engagement de Nuestros Colaboradores?
Para conocer cómo se encuentra el engagement de nuestros colaboradores, podemos estar atentos a observar su nivel de
- Realización profesional
- Bienestar físico y mental
- Satisfacción con las condiciones de la empresa
¿Cómo podemos aumentar el engagement en nuestra empresa?
Existen muchas estrategias de las que podemos echar mano, entre ellas:
- tener confianza en nuestros colaboradores y crear lazos de cercanía con ellos
- hacer que la empresa sea un espacio seguro para la comunicación
- fomentar el trabajo en equipo y la unidad de los equipos de trabajo
- propiciar la alineación del propósito de la empresa con el de los colaboradores
- otorgar incentivos personalizados
- establecer un salario emocional interesante para los colaboradores
- ofrecer oportunidades de crecimiento y, por último, pero no menos importante:
- ayudar a los colaboradores a gestionar su actitud
Tal vez te preguntes ¿cómo se relaciona el engagement con la actitud de los colaboradores?
Una vez que se cuenta con las condiciones necesarias del entorno, el engagement es una elección (ya sea consciente o inconsciente) del trabajador. Varios estudios coinciden en que se centra en las características psicológicas y emocionales de las personas.
Como sabemos, cada persona en la empresa percibe y afronta las experiencias de distinta forma, dependiendo, entre otras cosas, de los recursos internos con los que cuenta.
Tal vez te interese La Actitud: El Mejor Socio o el Peor Enemigo de tu Negocio
Cuando los ayudamos a mejorar su actitud, los empleados:
- se vuelven más receptivos a las cosas positivas de su entorno
- toman responsabilidad y dejan de sentirse espectadores o víctimas de las circunstancias
- mejoran su autopercepción, lo cual, entre otras cosas, les ayuda a afrontar mejor los retos, ser más proactivos y creativos
- se enfocan más en encontrar soluciones que presentar quejas o pretextos
- se vuelven más creativos
- requieren menos supervisión
- cuentan con más herramientas para generar momentos mágicos y rescatar las quejas de los clientes convirtiéndolas en gratas experiencias.
Tal vez te interese Cómo Implementar la Reingeniería Actitudinal en las Organizaciones
En la actualidad, más que esfuerzo físico, a los trabajadores se les pide un esfuerzo mental y emocional y se espera que tengan ciertas actitudes y comportamientos con los clientes y con sus compañeros. Otras exigencias de los puestos de trabajo actuales son la creatividad y la disposición para el aprendizaje permanente. Todo esto ocurre de manera más sencilla y eficiente cuando los colaboradores cuentan con una actitud productiva, lo cual alimenta el engagement laboral que, a su vez, favorece que esta actitud sea duradera y se fortalezca.
Otra ventaja de la Reingeniería Actitudinal es que, una vez que nuestros colaboradores han desarrollado una actitud productiva, es muy probable que esta se refuerce al interior de la empresa y se contagie a los clientes y proveedores, generando una serie de círculos virtuosos, que se potencian entre sí para generar un ambiente propicio para el engagement, con todas las ventajas que esto conlleva.

Si quieres conocer más sobre la actitud y cómo mejorarla, te invitamos a conocer el libro Reingeniería Actitudinal: La Ciencia Y El Arte De Potenciar La Actitud del Dr. Juan Pablo Aguilar.