Por: Dra. Mónica Pérez Las empresas y las personas continuamente buscan formas de lograr más y mejores resultados. Aunque no podemos controlar lo que ocurre a nuestro alrededor, con la ayuda de la Reingeniería Actitudinal podemos gestionar la manera en que lo procesamos internamente y, al elegir las actitudes más convenientes y ayudar a los que nos rodean a elegir las suyas, iniciamos un círculo virtuoso en todos los ámbitos, que nos permite responder mejor a cualquier reto y superarlo con creces. La Reingeniería Actitudinal ayuda a cambiar pensamientos para generar nuevas maneras de actuar y lograr resultados superiores. “Independientemente de si somos empleados, amas de casa, empresarios, o trabajamos por nuestra cuenta, si mantenemos una excelente actitud hacia nuestra labor, no sólo obtendremos una mayor satisfacción de la misma, sino que mejoraremos nuestra calidad de vida”. Dr. Juan Pablo Aguilar Tal vez te interese Reingeniería Actitudinal ¿Para Qué? Pero ¿cómo se lleva a cabo la Reingeniería Actitudinal en las organizaciones? Mediante procesos de Consultoría Actitudinal basados en el Método EXIDIS, desarrollado por el Dr. Juan Pablo Aguilar, el cual consta de 5 etapas: EXploración, Interpretación, Diseño, Implementación y Seguimiento, que explicaremos a continuación y que, basadas en la Filosofía del Consultor Actitudinal, le ayudan a conocer a fondo la situación, elegir el mejor curso de acción, ver que se lleve a cabo y acompañar a la organización mientras se hacen los ajustes pertinentes. Etapas del método EXIDIS: Exploración La finalidad de esta etapa es recabar información, en ella el consultor suele realizar entrevistas, observaciones e investigación documental; considerando de manera sistémica la situación y su entorno, escuchando desde una perspectiva neutral las inquietudes que le presentan y enfocándose no sólo en las actitudes, sino en detectar sus orígenes. Interpretación En esta etapa, el consultor actitudinal, basándose en la información que recabó durante la exploración y en su conocimiento del Metamodelo Actitudinal, identifica qué partes de la actitud y de los factores que influyen en ella conviene mejorar. Diseño El Diseño es la etapa en que el consultor selecciona las técnicas y herramientas que utilizará y determina “cómo, cuándo y dónde” aplicarlas para favorecer cambios trascendentes, propiciando un autodescubrimiento en las personas involucradas y detonando así el proceso de cambio hacia las actitudes más convenientes, siempre cumpliendo con el principio fundamental de la Reingeniería Actitudinal: influir positivamente en la actitud para mejorar la calidad de vida. Implementación Es el momento en que el consultor actitudinal aplica las técnicas y que seleccionó en la etapa anterior. Esto se lleva a cabo con un enfoque propositivo, centrado los interesados, enfocándose en “el aquí y el ahora” para lograr la finalidad de la intervención. Seguimiento “El cambio es un proceso, no un evento”; por lo que, una vez realizada la intervención, el consultor actitudinal analiza si se ha logrado lo que se proyectó en la etapa de diseño, o si el proceso de Reingeniería Actitudinal requiere de ajustes para alcanzar las metas planteadas, siempre manteniendo un enfoque positivo y constructivo y reconociendo con honestidad y sencillez si es necesario hacer alguna modificación al diseño original. La duración del proceso de Reingeniería Actitudinal se acuerda con el cliente, dependiendo del alcance de la misma, el tipo de intervenciones a realizar y las características de la organización, de manera que se alcancen (o se superen) los resultados deseados, logrando cambios duraderos; es importante recalcar que al ser la actitud la llave que libera el potencial de la empresa no es de sorprender que comúnmente haya varios beneficios colaterales después de una Consultoría Actitudinal. Tal vez te interese Mitos y Realidades sobre la Reingeniería Actitudinal
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